jueves, 3 de febrero de 2011

Reflexiones en torno al voto católico y el “mal menor” I

Mi primera contribución a este blog -que nace con vocación corporativa y participativa- no es mía: me limito a transmitir un artículo que me ha enviado una persona (como tantas) preocupada por cómo discernir el sentido adecuado de su voto.

Aprovecho para invitaros a enviarnos vuestras reflexiones -siempre en torno al tema del voto y de la defensa de la vida, porque este es, en principio, un blog monotemático- bien en forma de texto largo, bien como comentarios.

TEB.


Reflexiones en torno al voto católico y el “mal menor” I

“Yo votaré al Partido Popular porque dadas las circunstancias es el mal menor” ¿Cuántas veces hemos oído, pensado o dicho esta expresión? Yo al menos muchas y cada vez estoy más convencido que la frase es más inmoral de lo que parece y de que encierra una ideología que pretende reconciliar lo inconciliable: la Verdad que predica la Iglesia con el relativismo y la cultura de la muerte que muchos políticos presentan en sus programas electorales.

Cuando san Agustín se pregunta qué es el mal e intenta explicarlo dice que éste no tiene entidad propia y que no es más que ausencia de bien. El hombre está ordenado hacía el bien como único objeto. La voluntad, al igual que la inteligencia, tiene un objeto propio. El objeto propio de la voluntad y de la inteligencia son las cosas en tanto que son buenas, en tanto que bien. Voluntad e inteligencia tienden naturalmente y necesariamente hacia lo que es bueno, en el sentido ontológico, y tiende aun naturalmente a lo que es moralmente bueno. Querer el bien y conseguirlo pertenece al estatuto ontológico de la persona y a la expresión de su ser.

Así, el hombre está creado para elegir el bien en cuanto tal y a realizarlo en la medida de sus posibilidades. Aceptar propuestas intrínsecamente malas esperando con ello evitar el triunfo de propuestas peores no pertenece a la naturaleza del hombre. La doctrina de la Iglesia es clara al respecto cuando afirma que la conciencia ordena “practicar el bien y evitar el mal” (CEC 1706 y 1771), que no se puede “hacer el mal” si se busca la salvación (CEC 998) y que “nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien” (CEC 1789).

Elegir un mal está fuera de lo moralmente aceptable en el marco de la doctrina católica. Pero tampoco se puede elegir un “mal menor” cuando en nuestra mano está elegir un bien. No olvidemos que el “mal menor” convierte en cotidiano algo que debería ser meramente excepcional. El “mal menor” únicamente está moralmente justificado cuando no podemos elegir ni alcanzar ningún bien, cuando este no está al alcance de nuestras posibilidades. ¿Por qué entonces hablamos tanto del “mal menor” cuando sí que está en nuestras manos proponer y elegir un bien? Los laicos católicos no pueden limitarse a elegir pasivamente entre los males que los enemigos de la vida y de la familia quieren ofrecer anestesiando su conciencia y asumiendo un papel mediocre y pasivo otorgado por las hordas laicistas.

Y por último una pregunta: ¿a qué llamamos mal menor? ¿es un mal menor el aborto? ¿y la educación laicista que reciben nuestros hijos? ¿y el derecho a decidir en qué centro educarlos? ¿y el ataque a la familia cristiana? Yo no los considero “males menores” sino males muy graves. No olvidemos, además, que una situación de “mal menor” prolongada hace que el “mal menor” sea cada vez un mal aún mayor.

Vacant von Le Fort

2 comentarios:

  1. A mí lo de elegir el "mal menor" me da alergia. Como, muy bien dice el tal Vacant, eso se daría solamente en el caso de que hubieran dos únicas opciones. ¿Acaso no hay otros partidos además del PP o el PSOE? ¿Hay que elegir, por fuerza, a uno de los dos?
    Yo continuo con la idea, que tal vez os parezca de Perogrullo, de votar a un partido cristiano. Si todos los cristianos hiciésemos esto surgiría un partido "bisagra" que hiciera presión, la suficiente para ser tenido en cuenta.
    Nota: digo partido cristiano porque son los únicos que tienen en cuenta el sentido común.
    Una muy buena iniciativa, ¡felicidades!
    Ya he puesto el banner en mi blog.

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  2. Yo también soy de la opinión de que sería interesante votar a un partido cristiano. Quizás sería difícil que llegase a gobernar pero aunque fuese pequeño quizás sería suficiente para "salar" el mundo político. Quizás también sería interesante hacer una serie de entradas evaluando los programas electorales de los distintos partidos en las próximas elecciones

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