sábado, 21 de mayo de 2011

¿Qué dicen los Obispos acerca del voto?

Los siete obispos de la provincia eclesiástica de Madrid (que incluye las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares) insisten en:

1. El derecho a la vida debe ser eficazmente tutelado en todas las etapas de la existencia de la persona, desde su concepción hasta su muerte natural. Ningún supuesto o real bien social o personal puede justificar la eliminación de un ser humano inocente por el aborto - incluida la llamada píldora del día siguiente - o la eutanasia.

2. El derecho a la libertad religiosa ha de ser también protegido. Lo cual comporta la exigencia del respeto a los lugares de culto y a los signos religiosos, así como la tutela de la expresión y valoración públicas de las convicciones religiosas, especialmente las de la fe católica, configuradora de nuestro patrimonio cultural y moral.

3. La familia ha de ser objeto de un reconocimiento específico y de una promoción esmerada. Las leyes y las disposiciones administrativas deben reconocer, proteger y promover la institución del matrimonio, sin la que no es posible la vida familiar. Según la recta razón, iluminada por la fe, la institución del matrimonio se basa en el consorcio de vida de un hombre y una mujer libre y definitivamente establecido en orden a la realización personal de los esposos y a la procreación. La protección de la familia exige también que se facilite el acceso a una vivienda digna y a un trabajo acorde con las exigencias familiares, en particular, a los jóvenes.

En Asturias, donde existe una sola diócesis, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz pide en una nota:

"Votar a quien defienda la vida en todas sus fases, la maternidad y los retos de la familia".

En la pequeña diócesis rural de Ciudad Rodrigo, el obispo Raúl Berzosa, hasta hace poco auxiliar de Sanz en Oviedo, recuerda en una carta pastoral:

“Ningún programa político agota ni encarna las exigencias del Evangelio ni de la Doctrina social y moral de la Iglesia”. Pero “no todos los programas son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana”.

¿Y qué han dicho otras realidades eclesiales como, por ejemplo, Comunión y Liberación?

"El triste espectáculo de una vida pública dominada por la descalificación continua, la falta de diálogo y una exasperante ideologización, ha provocado un desinterés por la construcción de la polis [...] Apoyaremos a aquellos formaciones políticas que respetan la vida y favorezcan la familia como fuente de cohesión social, que valoren y sostengan con creatividad la libertad de educar y que alienten la libre iniciativa creadora del empleo".

Parece ser, en definitiva, que muchos tienen claro que existen los llamados "temas no negociables" de B16: la defensa de la vida, el matrimonio y la libertad religiosa y educativa.

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