lunes, 19 de septiembre de 2011

El escaño de la Vida

No nos engañemos, tanto en PP como el PSOE son partidos abortistas.


¿Cómo estamos hoy gracias al apoyo a estos dos partidos?

Pues según los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística a fecha del 2009 se mataban al 20% de los hijos concebidos. Es decir, en uno de cada cinco embarazos se decide matar al ser humano más inocente e indefenso de todos. Lo triste es que este porcentaje, lejos de disminuir o estancarse, tiene tendencia preocupantemente creciente.


¿Cuál es el reparto del poder en el parlamento?


¿Quién de todos estos partidos defiende la Vida? Absolutamente nadie.

En cualquier receta culinaria echamos tan sólo un poco de sal para salar todo el conjunto de la comida. Muchas veces un pellizquito de sal marca la diferencia en el gusto de una comida. La sal puede será aproximadamente un 0.5% de la masa total en una receta.

En total hay 350 escaños en el congreso de los diputados. Haciendo un cálculo muy sencillo vemos que un único escaño corresponde a menos del 0.3% del conjunto total de escaños.

Algo falta en esta receta política, ¿dónde está el anuncio del Evangelio? ¿dónde está la sal? ¿Acaso no estamos los cristianos llamados a ser sal, luz y fermento?

Muchas veces votamos al mal menor, o por ideología, o por la economía, o por la crisis... Y sin embargo estamos llamados a buscar primero el Reino de Dios y su justicia, tenemos la promesa de que el resto se nos daría por añadidura... ¿Dónde está esa primera búsqueda del Reino y su justicia? ¿No deberíamos, al menos, replantearnos los verdaderos motivos para dar nuestro apoyo a un partido o a otro?

Y aunque estos deberían ser los primeros motivos, incluso hay una serie de razones prácticas que nos podrían disuadir de votar al PP como opción del mal menor:

1) En la práctica el PSOE propone y efectúa su proyecto de ingeniería social y el PP es quien lo consolida, pues no tiene propuesta cultural alternativa a la cultura de la muerte. Esto hace que el bipartidismo sea una apisonadora de la defensa de la Vida de la que estamos llamados a participar: el PSOE lo introduce, el PP lo consolida. Vamos, que el "mal" deja de ser "menor".

2) Si el PP da por supuesto el voto cristiano no se molestará en ganárselo y optará por incluir en su programa electoral aquellas propuestas que atraigan el voto de otros sectores. Es decir, el voto cristiano irá a la basura pues en la práctica no se tendrá en cuenta.

3) Un poco de estrategia: Si según las encuestas el PP saldrá ganador con mayoría absoluta esta es la ocasión perfecta para votar a un partido que promueva la cultura de la Vida y que aún así salga el PP en el caso de que nos guste alguna parte de su programa. Así aunque sólo fuera un escaño, el escaño de la Vida, por lo menos habremos llevado algo de sal al parlamento y tendríamos un precedente para que alguno de los partidos trate de incluir en sus propuestas la defensa de la Vida para ganarse ese escaño.

"No votaré a un partido que no defienda explícitamente los principios innegociables, especialmente el derecho incondicional a la vida desde el momento de la concepción hasta su término natural."

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